Reafirmamos nuestro compromiso a favor del medio ambiente al ofrecer soluciones integrales en la generación de energía limpia con base en el gas natural como combustible. Para ello es preciso conocer más acerca de este tipo de gas, los beneficios que representa su uso y los equipos que te ofrecemos para que puedas emplearlo en tu empresa. A continuación te contamos más al respecto. 

El origen del gas natural

Este gas se forma con los restos de plantas y animales acumulados bajo la superficie terrestre y que fueron expuestos a calor y presión intensos con la ausencia de aire. Por lo tanto, el origen del gas natural es fósil. De esta descomposición anaeróbica se desprenden diferentes gases, el natural es uno de ellos. Como su nombre lo indica, es un combustible en estado gaseoso compuesto por una mezcla de hidrocarburos simples, principalmente de metano (CH4) en una proporción que varía entre 75%-95%, además también puede contener pequeños porcentajes de nitrógeno, bióxido de carbono, ácido sulfhídrico y agua. 

El gas natural se encuentra en yacimientos subterráneos y puede estar de manera independiente, denominado gas no asociado, o junto al petróleo y el carbón, también llamado asociado. Para extraerlo es necesario realizar perforaciones en la corteza terrestre,   almacenarlo para evitar su dispersión en el aire y transportarlo a través de ductos.

La seguridad de una energía limpia

Si bien, energías de origen solar o eólico son apreciadas como las más limpias por excelencia, el gas natural representa una excelente alternativa a mediano plazo en la transición de combustibles energéticos. Aunque aporta al efecto invernadero, es considerado como el más limpio dentro de todos aquellos derivados de los fósiles. La combustión de este gas, por ejemplo, produce una cantidad mucho menor de partículas de dióxido de carbono (CO2) que el gas LP, entre 12% y 25%, la gasolina y el diésel y hasta 40% menos que el carbón.

Además, el gas natural se utiliza en procesos como la cogeneración. La cuál, como se sabe, usa una única fuente de energía de manera eficiente para producir dos o más tipos de energías (electricidad, vapor, agua helada, entre otros). Por lo tanto, la cogeneración eficiente es considerada como energía limpia y puede obtener Certificado de Energías Limpias (CEL).

El gas natural, como energía limpia, también brinda seguridad en su uso cotidiano. Primero, entre sus principales características es su falta de olor y color, por ello se le agrega un componente odorífico para una fácil detección. Segundo, no es tóxico al inhalarse en pequeñas cantidades y su combustión no produce partículas sólidas dado la falta de impurezas y residuos. Por último, al ser más ligero que el aire, se dispersa en ambientes ventilados. Estás medidas de seguridad no eliminan el riesgo de su uso, pero nos permiten prevenir desafortunados accidentes.

La competitividad de la cogeneración

Dentro del mercado energético, el gas natural se ha situado como una propuesta sumamente competitiva en la cogeneración eléctrica. En México, por ejemplo, el sector eléctrico es el principal consumidor de gas natural al abarcar un total de 45.8% en 2020. Esta alta demanda se explica, por un lado, por emitir una cantidad menor de CO2 que otras alternativas petrolíferas, lo que permite a las empresas que lo utilizan situarse dentro del lado a favor de la lucha contra el cambio climático y, por otro, su menor costo frente a otras alternativas como el gas LP, con un ahorro de hasta un 40%.

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